Viviendo en el Espíritu Vivir en el Espíritu es vivir una vida transparente. Es una vida de obediencia al Señor Dios, y es la misma vida de Jesucristo mismo dada a nosotros por el Espíritu Santo. ¿Ha encontrado Dios en ti una persona que está dispuesto a obedecerle por completo? ¿Se puede confiar en usted con las perla de gran precio? Si voy a vivir en el Espíritu, debo decir no a mí mismo.
Hay un montón de aspirantes a ser seguidores de Cristo que le seguirían hasta la mitad del camino, pero no todo el camino. La otra mitad del problema es uno mismo. ¿Estoy dispuesto a morir a sí mismo? La vida cristiana normal es aquella que está dispuesto a seguir al Espíritu Santo en completa obediencia, sin reservas, y renegar de sí mismo.
Esto Significa comprometerse literalmente, totalmente, completamente, en la obediencia sin reservas a él. La obediencia al Espíritu Santo significa libertad. Hay una gran libertad en la vida espiritual que viene a medida que nos rendimos al Espíritu Santo.
La razón es que la liberación está libre del egoísmo sutil. ‘Si me amáis, guardad mis mandamientos,’ dijo Jesús. Cuando le obedecemos estamos caminando en perfecta libertad. ‘Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud’ (Gálatas 5:1).
Un poco más tarde, el apóstol Pablo escribe: ‘Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la Ley’ (Gál.5:18).
‘El requisito de la ley’ se cumple en los creyentes, ‘que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu’ (Romanos 8:4). La idea de ‘caminar’ es, literalmente, ‘a caminar’, es decir la manera habitual de una persona conduce su vida. El apóstol Pablo habla de esta acción habitual continua de nuevo en Gálatas 5:16 cuando dice que ‘Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.’
¿Quién esta habitualmente ordenando mi vida? ¿Estoy buscando una completa obediencia a mi voluntad, a mis deseos, a mis ambiciones, a mis objetivos y mi gloria? Cuando estoy obedeciendo a mi Señor, estoy disfrutando de plena libertad, porque Él está en control.
George Matheson dijo, ‘asma tu cautivo, Señor, y luego voy a ser libre.’ Cuando estamos libres en Cristo, estamos unidos a todo lo que Él está obligado, es decir, la justicia, la santidad, el amor, etc. ‘Donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad ‘ (2 Corintios 3:17). Cuando yo estoy viviendo en el Espíritu estoy viviendo en libertad.
Sólo entonces somos libres de vivir la vida cristiana. El resultado de esta libertad de vivir en el Espíritu es el ‘fruto del Espíritu’ (Gál.5:22-23). El Espíritu Santo reproduce la imagen de Cristo en nosotros. Aquí está un grupo de ocho características de Jesucristo.
Cuando vivimos en el Espíritu tenemos una abundancia de la gracia para la vida diaria (2 Cor.12:9). Cuando vivimos o ‘caminamos en el Espíritu’ estamos viviendo una vida controlada por el Espíritu. Estamos constantemente, momento a momento, lleno del Espíritu. Viviendo en el Espíritu es una vida constante, consciente y definitivamente sometida al Espíritu.
Es una vida que consume el deseo para que el Espíritu Santo este en control de todo pensamiento, palabra y obra. Cuando vivimos en el Espíritu, vivimos una vida que no cesa de ser controlada por el Espíritu Santo. No podemos vivir la vida cristiana normal a menos que el Espíritu Santo está en control constante.
Si no estoy viviendo en el Espíritu, estoy viviendo bajo el control de mi cuerpo carnal, que se opone a todo lo que es Dios. El Espíritu Santo es una Persona divina que controla a otra persona. A medida que nos rendimos a Él. Él nos utiliza para llevar a cabo la voluntad de Dios en nuestras vidas y ministerios.
Que produce su fruto en nosotros. ¿Estamos permitiendo que Él este en control constante de nuestras vidas? ¿Estamos cooperando con él en todas las cosas? Se nos ha dado la libertad de caminar en la vida del Espíritu. Vamos a ejercer esa libertad. Selah! Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin : Viviendo en el Espíritu
¿Qué es vivir en el Espíritu bíblicamente?
En contraste, vivir conforme al Espíritu significa hacer todo lo que traiga vida en vez de muerte. ‘Porque la mente puesta en la carne es muerte, pero la mente puesta en el Espíritu es vida y paz’ (Ro 8:6).
¿Qué debemos hacer para vivir en el Espíritu?
No se trata solo de cumplir un mandamiento, sino de vivir en el espíritu que le da sentido. Estar en gracia significa también abrirse a la acción santificadora de Dios en todo lo que pensamos, decimos y hacemos; es dejarnos mover hacia la vivencia del Amor, de la Verdad, de la Belleza y la Bondad.
¿Cómo es la vida en el Espíritu?
Vivir en el espíritu Pablo enseña que los hijos de Dios viven en el espíritu, que al tener la nueva naturaleza de Cristo en el creyente, cada uno de manera intencional, debe hacer que se desarrolle, que crezca la naturaleza que ahora posee.
¿Cómo puedo andar en el Espíritu Santo?
Descargar el PDF Descargar el PDF Caminar en el Espíritu es una parte importante de tu vida espiritual como cristiano. Para hacerlo, necesitas caminar en el sendero que estableció el Espíritu Santo para tu espíritu. Un caminar exitoso requiere que conozcas tu entorno y que actúes en consecuencia.
- 1 Encara la batalla. Aunque no lo parezca en el transcurso de tu vida cotidiana, caminar en el Espíritu requiere que tomes parte en la batalla espiritual que se libra alrededor de ti. La maldad y la corrupción siempre tratarán de desviarte. Debes ser consciente de estos peligros antes de que puedas aspirar a evitarlos.
- Tu ‘ser espiritual’ está en constante batalla con tu ‘ser carnal’. Cualquiera que sea el lado que gane el control de tus creencias y de tus acciones, ganará el control de tu alma y tendrá la victoria.
- Caminar en el Espíritu significa caminar con el Espíritu Santo de una manera que le permita a tu propio espíritu ganar control.
- 2 Conoce a tu enemigo. En esencia, tendrás que encarar tres enemigos diferentes pero que tienen conexión: el diablo, el mundo y la carne.
- Debes saber que la frase ‘el diablo me hizo hacerlo’ es imprecisa. A pesar de que el diablo tiene poder e influencia en el mundo, no puede forzar a alguien que es salvo y camina en el Espíritu a hacer algo. El diablo puede tentarte, pero ceder a la tentación es tu responsabilidad.
- La influencia del diablo está en el mundo; por tanto, a menudo el mundo te tentará para que te apartes de lo que es bueno y correcto.
- Identifica a la carne. La carne no es tu cuerpo, aunque los dos componentes tienen conexión. La carne es simplemente la parte de ti que desea los placeres mundanos y rechaza la virtud espiritual.
- Negarte a satisfacer a la carne rutinariamente fortalecerá a tu espíritu. Al domar la carne, le dices que ‘no’ a los deseos mundanos y ‘sí’ a Dios.
- 3 Familiarízate con el frente de batalla. Con más precisión, familiarízate con ambos frentes de batalla. Tendrás que prepararte para confrontar la maldad de manera interna y externa.
- El campo de batalla interno (la mente) se refiere a tu manera de pensar y sentir acerca del mundo que te rodea y de las personas en él. El campo de batalla externo (el comportamiento) se refiere a tu manera de actuar y de hablar en diferentes situaciones.
- Estos dos frentes tienen conexión. Si tu mente está llena de maldad, finalmente tus acciones la seguirán. Si a menudo consientes el comportamiento malvado, tu mente gradualmente excusará esa maldad.
- 4 Acéptate por lo que eres. Hay dos componentes en la identificación. Primero, debes reconocerte como un ser humano, lo que significa reconocer tus propias debilidades y limitaciones. Segundo, debes verte por lo que eres en Cristo y entender la fortaleza que proviene de esa nueva identidad.
- Eres un alma que vive en un cuerpo físico. Como tal, el verdadero bienestar tiene que ver con el estado de tu alma más que con el estado de tu cuerpo.
- Por tu cuenta no tienes seguridad en contra del pecado, del vicio y de la muerte espiritual.
- Aceptar a Dios y abrazar tu identidad en Cristo, significa entender que Dios te ama y que está de tu lado.
- 5 Identifica honestamente tu propia debilidad. Todas las personas se enfrentan con la tentación, pero nadie la enfrenta de la misma manera. Las tentaciones en las que te sientes más débil probablemente no sean las mismas tentaciones en las que tu vecino se sienta más débil. Identifica tus mayores debilidades para que puedas guardarte de ellas con más efectividad.
- Puedes estar seguro de que el diablo conoce tus debilidades y te atacará en ellas tanto como sea posible. Sin embargo, las buenas noticias son que Dios también conoce tus debilidades y sabe cómo prepararte para trabajar por medio de ellas.
- 6 Apóyate en tu más grande aliado, el Espíritu Santo. Una vez que entiendas completamente la batalla que libras y el peligro de desviarte, debes reconocer que tu más grande aliado en el conflicto es el Espíritu Santo. Solo al caminar en el Espíritu podrás aspirar a vencer a la carne.
- El Espíritu Santo te dará la fuerza y la resistencia para pelear la batalla y vivir una vida virtuosa. Tal vez sigas resbalando y tropezando, pero si confías en el Espíritu tu viaje espiritual en conjunto tendrá un resultado positivo.
Anuncio
- 1 Prioriza en tu vida espiritual. Si realmente quieres caminar en el Espíritu, tienes que hacer un esfuerzo consciente para hacerlo cada día. Tu caminar espiritual es el aspecto más significativo de tu vida. Si lo ignoras o colocas otros elementos por delante, es probable que pierdas el camino.
- Pon lo que es ‘primero’ en el primer lugar. Tu vida diaria está compuesta de varios asuntos (la familia, el trabajo, la escuela, etc.) y cada uno tiene su lugar. Sin embargo, tu caminar espiritual debe estar antes que todo lo demás y tienes que aceptarlo si quieres asegurar tus pasos.
- Una buena manera de fijar tu mente en el Espíritu es hacer una oración de fe renovada y de dependencia cada mañana al levantarte, de preferencia antes de que hagas alguna otra cosa.
- Al analizar cualquier situación o circunstancia determinada, piénsala en términos del sentido que puede tener en el Reino de los Cielos antes de preocuparte de cómo se ve desde una perspectiva mundana. Pregúntate si Dios se complacería con algo antes de preguntarte qué es lo que otros podrían pensar.
- 2 Ora. Pídele a Dios guía y ayuda en tu caminar. Pero lo más importante, ora y luego escucha, Probablemente no escucharás una respuesta audible, pero con frecuencia Dios tiene otras formas de decirte lo que necesitas saber.
- Usualmente, el Espíritu te susurrará alguna advertencia al corazón cuando hayas encontrado algo malo o peligroso para tu bienestar espiritual. Aprender a interpretar estos susurros puede llevarte algo de práctica, pero con experiencia, es probable que llegues a entenderlos por lo que son.
- Piensa en cómo se siente conversar con alguien que habla todo el tiempo y nunca te deja hablar. Cuando oras a Dios recitando simplemente una lista de pedidos, no le das la oportunidad de contestarte. En lugar de hacer eso, al orar debes pasar tiempo en la contemplación y la meditación.
- Dios puede hablarte al poner un pensamiento en tu mente que no tenías u ordenando las circunstancias de una forma especial. Mantén abiertos tus ojos, tu mente y tu corazón mientras te desenvuelves en tu rutina diaria.
- 3 Examina tu consciencia. Aunque sentir una culpa constante por tus pecados puede desanimarte, debes examinar tu consciencia regularmente y ser honesto contigo mismo acerca de tus errores y de tus tropiezos. Solo al reconocer estas fallas puedes aspirar a vencerlas y a evitarlas en el futuro.
- Piensa en la imagen de un jardín. Al examinar el jardín de tu vida espiritual, puedes identificar la mala hierba y eliminarla antes de que empiecen a matar las plantas y las frutas saludables. Si siegas sin cuidado, terminarás destruyendo lo bueno junto con lo malo. Sin embargo, si no eliminas nada, lo malo puede terminar estrangulando lo bueno.
- 4 Escucha, confía y obedece. Deja que Dios se comunique contigo y confía en que Su voluntad es lo mejor. Una vez que aprendas a confiar en la voluntad de Dios, será más fácil para ti obedecerlo. Mientras tanto, tendrás que obedecer la voluntad y los mandamientos de Dios aunque al hacerlo vayas en contra de tus instintos o de tus deseos humanos.
- Debes obedecer la ley de Dios (las reglas generales que se aplican a toda la humanidad), así como las instrucciones de Dios para tu vida como persona. La ley de Dios se encuentra en la Biblia, pero tendrás que estar atento a cómo te habla Dios en tu propia vida para descifrar las instrucciones personales.
- Algunas veces, la dirección a la que te conduce el Espíritu será obvia, pero muchas veces, el propósito detrás de esa guía parecerá no tener sentido. Es en esos momentos en los que confiar en el Espíritu Santo es importante. Si crees que Dios te ama y quiere lo mejor para ti, entonces comprendes que Él (que es omnisciente y todopoderoso) te guiará hacia el mejor futuro posible.
- Entiende que obedecer a Dios significa obedecerle inmediatamente. Postergar tu obediencia es en realidad una forma de desobediencia.
- 5 Presta atención a los frutos del Espíritu en tu vida. Cuando tu vida empieza a exhibir estos ‘frutos del Espíritu’, puedes confiar que caminas en el Espíritu como debes. Estos frutos no son responsables de tu salvación, sino que son el resultado natural de la salvación y de un caminar consistente y saludable en el Espíritu.
- Los frutos del Espíritu, según Gálatas 5:22-23, son amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza.
- Entiende que primero es el caminar y luego los frutos. El solo hecho de imitar los frutos del Espíritu en tu vida no te pondrá en el camino correcto, principalmente porque será imposible que muestres verdaderamente esos frutos en tu pensamiento y en tus acciones a largo plazo. Primero debes seguir al Espíritu. Después de eso, el fruto desarrollará naturalmente.
- No te desanimes si no muestras todos estos frutos. Es probable que las luchas espirituales te sigan de por vida. Lo importante es que permitas que Dios desarrolle estos rasgos en ti, en Su tiempo.
- 6 Evita las fuentes de contienda y de conflicto. Cuando venga un conflicto inevitable, tendrás que permanecer firme. Dicho eso, debes mantener un espíritu de paz y de amor en lo que se refiere a tus propias acciones. Evita la contienda para que puedas crecer en tu caminar espiritual. También debes evitar propagar el conflicto por el bien de los otros.
- Otra forma de decirlo sería ‘no busques problemas’. Cuando los problemas te busquen, deja que Dios te guíe a través de ellos. Sin embargo, saber que Dios te guiará a través de las dificultades no es una razón para crearlas.
- 7 Habla con cuidado. Las palabras tienen un gran poder que las personas notan a menudo. Las palabras que escoges (cómo las dices y cuándo las dices) pueden ayudarte a mantener tu caminar o a hacerte perder rápidamente el equilibrio.
- Escucha a otros antes y piensa en lo que escuchas antes de hablar.
- Permite que el Espíritu Santo guíe las palabras y los motivos detrás de lo que dices.
- Evita decir algo impulsivo. No hables con crueldad de alguien o uses tus palabras para dañar a otro. Recuerda que no te puedes retractar de lo que dices. Una vez que hablas, las palabras continúan en el aire sin importar cuánto trates de hacer las paces después.
- 8 Controla tu enojo. Hay momentos en los que estarás justificadamente molesto y eso está bien. Sin embargo, la furia ciega y la ira deben evitarse, pues esa clase de enojo tiene la tendencia de destruir en vez de edificar. El enojo destructivo solo hará que tu caminar sea más difícil de controlar.
- Debes ser lento para la ira. No permitas que tu enojo te controle y controle tu manera de tratar a otros.
- Cuando te enojes, pregúntate qué es lo que causa que te enojes. Un enojo justificado tiene raíces espirituales y se dirige hacia el pecado y la injusticia. El enojo destructivo tiene raíces mundanas y con frecuencia se convierten en rencores que se mantienen en contra de personas específicas.
Anuncio
¿Qué pasos nos invita a dar el Espíritu para crecer en nuestro caminar juntos?
Querer al prójimo y hacer buenas acciones nos permite crecer y caminar hacia en camino de bien. Por eso el espíritu nos invita es hacer el bien para crecer hacia el bien y hacia el bienestar.
¿Cuáles son las cosas del Espíritu?
Los frutos – En la teología cristiana, se dice que la cercanía del Espíritu Santo induce en el alma una serie de hábitos beneficiosos que se conocen como «el fruto del Espíritu Santo» y que consta en la Epístola a los gálatas 5, 22-23: el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio de sí, contra tales cosas no hay ley.
- Amor
- Gozo o alegría
- Paz
- Paciencia
- Benignidad o afabilidad
- Bondad
- Fidelidad
- Mansedumbre
- Dominio de sí
El fruto es producto de la obra del Espíritu. El número de nueve citado en el Nuevo Testamento es simbólico, pues, como afirma Tomás de Aquino, «son frutos de cualquier obra virtuosa en la que el hombre se deleita». Bibliografía, Mateo Seco: op. cit. pp.270-274; Ver Dones del espíritu ; Ver Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, 390
¿Cómo mantener vivo el Espíritu Santo?
Es importante mantener viva y activa nuestra confianza en Dios. Algunas veces es necesario que ayunemos además de orar, para poder avivar nuestro celo y renovar nuestra dedicación y compromiso con él. El rey David escribió: ‘Afligí con ayuno mi alma’ (Salmos 35:13. La Santa Biblia Reina-Valera (1960)×).
¿Qué es ocuparse de las cosas del Espíritu?
Es la forma en que nos conectamos con Dios y Su Espíritu, para tener dirección en nuestro caminar y así tener vida y paz.
¿Cómo saber cuándo te toca el Espíritu Santo?
¿Cómo se siente el Espíritu Santo?
Es probable que hayas escuchado a la gente decir: ‘En este momento siento el Espíritu muy fuerte’.Quizás tú también sientas algo en ese momento, pero ¿tienes algún problema si tú no lo sientes?Respuesta corta: en absoluto,
porque las personas experimentan la influencia del Espíritu Santo de manera diferente. Eso es lo milagroso de los mensajes del Espíritu Santo: van dirigidos solo para ti. Para algunas personas, el Espíritu Santo puede hacer que se sientan impresionadas por la emoción y conmovidas hasta las lágrimas; para otras, las lágrimas rara vez o nunca llegan, lo cual está bien.
- Para ellas, el Espíritu Santo puede producir un sutil sentimiento de gratitud, paz, reverencia o amor (véase ).
- En las Escrituras también se describe al Espíritu Santo como un ‘ardor’ en el pecho (véase ).
- Pero la intensidad o el grado de ese ‘ardor’ puede ser diferente para todos.
- A veces es como una pequeña brasa resplandeciente en lugar de un fuego arrasador.
O tal vez hayas oído la descripción del Espíritu Santo como una ‘voz suave y apacible’ (véase ). Y de inmediato pensaste: ‘Pero no he OÍDO una voz. ¿Me pasa algo?’. Y repetimos, no en absoluto. Esa descripción de las Escrituras no significa necesariamente que todos oímos una voz literal.
- El élder Ronald A.
- Rasband, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó: ‘El espíritu habla con palabras que sentimos.
- Tales sentimientos son delicados, un suave impulso a actuar, a hacer algo, a decir algo, a reaccionar de cierta manera’1.
- El punto es: cada uno de nosotros experimentará el Espíritu Santo de forma diferente y en diferentes grados.
Lo importante es que vivamos dignos de recibirlo y que lo reconozcamos cuando venga. Al hacerlo, empezaremos a notar que Su influencia está presente en nuestra vida mucho más de lo que esperábamos. : ¿Cómo se siente el Espíritu Santo?
¿Qué es un retiro de vida en el Espíritu?
¿Qué es un Seminario de Vida en el Espíritu? Van a empezar ahora en Madrid y Guadalajara ¿Qué es un ‘Seminario de Vida en el Espíritu’? Son unos encuentros católicos, con charlas y oración, para avivar y fortalecer la fe y, sobre todo, para conocer mejor y abrirse más al Espíritu Santo -que es Dios-, a sus dones y frutos y a confiar en su guía,
- No es sólo para gente devota.
- Son encuentros alegres y pueden ser una forma de acercar a Dios a gente que está alejada y que siente que en su vida le falta ‘algo’.
- El Papa Francisco ha pedido a los grupos de Renovación Carismática Católica que ofrezcan estos seminarios en todo el mundo, como vienen haciendo desde los años 70.
Han transformado ya las vidas de millones de personas. ‘ Organicen Seminarios de Vida en el Espíritu en sus parroquias, seminarios, escuelas, en los barrios, para compartir el bautismo en el Espíritu’. Fue una petición del Papa Francisco en un encuentro con más de 1.000 sacerdotes de 90 países en la basílica de San Juan de Letrán en julio de 2015.
Es común que cuenten con siete sesiones semanales de aproximadamente una hora y media, además de contar con un encuentro especial algo más largo llamado ‘efusión del Espíritu’.’Efusión’ significa ‘derramamiento’: es una oración para pedir al Espíritu Santo que se derrame o active con fuerza transformando la vida de la persona.El Seminario de Vida en el Espíritu está abierto a personas de todo tipo, aunque a veces se organizan algunos específicos para jóvenes o para sacerdotes (en diciembre se organizan para sacerdotes en Madrid y Valencia, por ejemplo)
Cada una de las siete sesiones incluye algo de música de alabanza, una predicación centrada en temas centrales de la espiritualidad y vida cristiana (¿cómo nos ama Dios?, ¿quién es Jesús?, ¿de qué nos salva Jesús?, ¿quién es y qué nos hace el Espíritu Santo?) y algunos testimonios de personas que han visto su vida transformada por Dios. Seminarios en noviembre En la web de la Católica en España se anuncian los últimos seminarios que se convocan para noviembre (). Como se puede comprobar, el de Guadalajara tienen un formato concentrado (un fin de semana, de viernes a domingo) mientras que el de la calle San Juan de la Mata, en Madrid (en la parroquia que actúa como sede de la Renovación carismática en España) y el de la parroquia San Rafael Arnáiz, también en Madrid, se reparten a lo largo de varios días. Únete a nuestros canales de : ¿Qué es un Seminario de Vida en el Espíritu? Van a empezar ahora en Madrid y Guadalajara
¿Cuál es el Espíritu de Cristo?
Misión Vida para las Naciones Leemos en el libro del profeta Isaías lo que escribió acerca de la venida de Jesús 750 antes de su nacimiento, que con una claridad meridiana describe cosas que han sucedido y que sucederán: ‘ 1 Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces.2 Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.3 Y le hará entender diligente en el temor de Jehová.
No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; 4 sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío.5 Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura.6 Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará.7 La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja.8 Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora.9 No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar’ (Isaías 11: 1 al 9).
Éste pasaje nos dice que surgirá una persona, y lo llama vara, rama del tronco de Isaí, un vástago que retoñará de sus raíces y se refiere a Jesucristo, descendiente de Isaí, padre de David. En otras palabras, Isaías nos dice que de la descendencia de David o de la descendencia de su padre se levantaría alguien sobre quien reposaría el Espíritu de Jehová y describe este Espíritu, como espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.
¡Tú necesitas de ese espíritu de sabiduría y de inteligencia! Me llama la atención que muchas personas le piden cosas a Dios o esperan recibir algo de Él, pero no es mucha la gente que le pide sabiduría e inteligencia; no obstante, esas cosas vienen cuando el Espíritu de Dios reposa sobre el creyente.
No es fácil ser padre. ¡Se necesita una gracia especial! ¡Se necesita sabiduría e inteligencia para serlo! Y cuando no reposa sobre ti el espíritu de sabiduría e inteligencia haces todo lo que puedes y está a tu alcance pero te sale mal, entonces dices: ‘Este chico me salió torcido’.
¡Claro, si nació de ti! Yo reconozco y doy testimonio que cuando comencé a criar a mis hijas, a veces no sabía qué hacer con ellas pero me arrodillé y le pedí a Dios que me dé sabiduría para poder criarlas. ¡Me ha ido bien! Estoy feliz con las hijas que tengo. ¡Son tan lindas! ¡Con la poca edad que tienen son pastoras tan maduras! Viven ayudando y aconsejando gente, viven administrando visión y dinero para sustentar a las personas necesitadas de tal manera que algunos que son mucho más grandes que ellas les dicen ‘mamá’.
Dios les ha dado una gracia tan especial, que cuando las veo las como a besos. ¡Me fascinan mis hijas! Han salido rectas, buenas, sabias, espíritu de consejo hay sobre ellas, no porque yo haya sido muy inteligente y sabio sino porque le pedí a Dios sabiduría para criarlas.