El HOMBRE ES JUSTIFICADO POR LA FE MEDIANTE LA GRACIA DE DIOS – Como han leído, Pablo estaba fortaleciendo a los santos de Roma contra los judaizantes, los que reclamaban obediencia a la ley de Moisés como medio de salvación. Esto explica su firme énfasis en cuanto a la gracia de Cristo.
Si Pablo hubiera tenido la oportunidad de escribir a los santos modernos que se están enfrentando a las enseñanzas de que la salvación viene solamente mediante la gracia, es muy probable que él hubiera recalcado firmemente la necesidad de la rectitud personal. Examinemos más a fondo el concepto de la justificación mediante la fe, a fin de encontrar el equilibrio adecuado entre la gracia y las obras en el proceso de salvación en el reino de Dios.
Estudiemos el diálogo siguiente: Justificación mediante la fe Pregunta: Pablo dijo que el hombre es justificado mediante la fe. ¿Qué quiere decir con eso de justificación? Maestro: Bien, antiguamente el término tenía el significado de ser reivindicado o hecho justo, tal como en la actualidad.
Además, sin embargo, estaba íntimamente asociado con la idea de relación. Ser justificado significaba ser puesto otra vez en la relación adecuada con una persona a la cual uno había ofendido mediante una mala obra. Pregunta: ¿De manera que si soy justificado, soy puesto en la relación adecuada con Dios? Maestro: Sí.
Cuando pecamos nos hacemos extraños para con Dios, rompemos la relación que teníamos con El. Esto es así porque El es un ser santo perfectamente justo. Ninguna cosa impura puede morar en su presencia. Al pecar venimos a ser lo que las Escrituras llaman ‘el hombre natural’.
El hombre natural es enemigo de Dios (Véase Mosíah 3:19). Al ser hechos justos, o en otras palabras, al ser justificados, podemos entonces volver a su presencia, ser reconciliados con El y de este modo restablecer nuestra relación original con El. Pregunta: ¿Pero cómo puede uno ser hecho justo y restablecer la relación con Dios sin ser realmente justo? Maestro: No se puede.
Como lo dice el élder McConkie, la ley de la justificación significa que ‘Todos los convenios, contratos, vínculos, compromisos, juramentos, votos, efectuaciones, uniones, asociaciones o aspiraciones (D. y C.132:7) en los que los hombres se cobijan para ser salvos y glorificados, deben recibirse y ser realizados en rectitud de manera que el Espíritu Santo pueda justificar al candidato para la salvación en lo que ha sido hecho (1 Nefi 16:2; Jac.2:13-14; Alma 41:15; D.
- Y C.98, 132:1, 62).
- Un acto que es así justificado por el Espíritu es aquel que es sellado por el Santo Espíritu de la Promesa, o en otras palabras, ratificado y aprobado por el Espíritu Santo.
- Esta ley de justificación es la provisión que el Señor ha puesto en el evangelio para asegurar que ninguna efectuación injusta tenga validez en la tierra ni en el cielo, y que nadie añada a su posición o gloria en el más allá recibiendo una bendición inmerecida’ ( DNTC, 2:230).
Pregunta: ¿No dice eso que el hombre es justificado por sus obras? Debe ser justo para ser justificado. Maestro: Sí, debe ser justo, pero no es su propio esfuerzo personal el que lo justifica. La única manera en la que un hombre puede ser justificado mediante sus obras solamente, sería guardando todas las leyes de Dios perfectamente.
- Una sola violación de la ley ya lo haría extraño a Dios, aunque, naturalmente nadie peca solamente una vez.
- Todos los hombres están inclinados al pecado, violando las leyes muchas veces.
- Esto es lo que Pablo estaba enseñando cuando dijo: upar cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios’ (Romanos 3:23).
Pregunta: De eso me puedo dar cuenta, pero ciertamente la rectitud personal ayuda a salvarnos. Maestro: ¡Naturalmente! El hombre no puede ser salvo sin rectitud personal. Pero no debe pensar que de alguna manera puede salvarse a sí mismo mediante su sola obediencia.
- Solamente una persona fue justificada por sus obras, y ella fue Cristo.
- El resto de nosotros debe ser justificado, o hecho recto, o vuelto a la relación adecuada con Dios, mediante la fe en Jesucristo.
- Pregunta: ¿Es Cristo, entonces, la llave de la justificación? Maestro: Pues, una comparación mejor sería decir que Cristo provee la puerta hacia la salvación y la fe en El es la llave de esa puerta.
Pregunta: ¿En qué forma la fe justifica a una persona? Maestro: Antes de contestar eso, debemos definir qué es la fe. Aquí tenemos cómo definió José Smith la fe: ‘Por esto entendemos que el principio de poder que existió en el seno de Dios mediante el cual fueron hechos los mundos, fue la fe; y que es en razón de este principio de poder existente en la Trinidad, que todas las cosas creadas existieron; de manera que todas las cosas en el cielo, en la tierra o debajo de la tierra, existieron en razón de la fe tal como ella existía en El.
‘Si no hubiera sido por el principio de la fe los mundos nunca habrían sido formados ni se habría creado al hombre del polvo. Es el principio mediante el cual obra Jehová, y mediante el cual ejerce poder sobre todas las cosas temporales así como eternas. Quitad este principio o atributo (pues es un atributo) de la Divinidad, y El dejaría de existir’ ( Lectures on Faith, primer sermón, vers.15, 16, págs.8-9).
De manera que, dicho sencillamente, la fe es el poder de Dios y solamente este poder de Dios puede justificar a una persona. ¿No les hace eso recordar algo que Pablo escribió a los romanos? Alumno: Sí, él dijo que no se avergonzaba del evangelio de Jesucristo, porque era el poder de Dios para la salvación.
(Véase Romanos 1:16). Maestro: Eso da una nueva perspectiva a ese versículo, ¿verdad? Solamente en el evangelio de Jesucristo uno puede encontrar el poder de Dios, o desarrollar verdadera fe. Alumno: Es obvio que esta clase de fe, la verdadera fe, como usted la llama, es algo más que una creencia intelectual.
Maestro: Oh, sí. Y es aquí donde la necesidad del hombre, la necesidad de rectitud personal, entra en juego. José Smith dijo que había tres cosas necesarias para el desarrollo de la fe: primero, una idea de la existencia de Dios; segundo, una idea correcta de sus atributos; y tercero, el conocimiento de que la vida de uno está de acuerdo con la voluntad de Dios.
Ver Lectures on Faith, tercer sermón, vers.2-5). Alumno: De manera que la un/ca forma de saber que la vida de uno es agradable a Dios, es vivir de acuerdo a su voluntad. Maestro: Exactamente. Aquí tenemos lo que el profeta José Smith siguió diciendo en cuanto al desarrollo de la tercera condición. ‘Observemos aquí que una religión que no requiere el sacrificio de todas las cosas no tiene poder suficiente para producir la fe necesaria para alcanzar la vida y salvación; pues, desde la primera existencia del hombre, la fe, necesaria para el gozo de la vida y salvación, nunca pudo ser obtenida sin el sacrificio de todas las cosas terrenas.
Fue mediante este sacrificio, y solamente mediante éste, que Dios ha ordenado que los hombres gocen de vida eterna; y es a través del sacrificio de todas las cosas terrenales que los hombres realmente saben que están haciendo las cosas que son aceptables a la vista de Dios.
Cuando un hombre ha ofrecido en sacrificio todo lo que tiene por la verdad, sin siquiera reservándose su vida, creyendo ante Dios que ha sido llamado para hacer este sacrificio porque busca hacer su voluntad, sabe, con toda certeza, que Dios aceptará y acepta su sacrificio y ofrenda y que no ha buscado, ni buscará en vano el rostro de El.
Bajo estas circunstancias, entonces, puede obtener la fe necesaria para asirse a la vida eterna’ (Lectures on Faith, sermón sexto, vers.7). De manera que la rectitud personal es absolutamente esencial y puede ser desarrollada mediante nuestra voluntad de sacrificar para el Señor todo lo que El requiere.
- Esto ayuda a formular la expresión de fe mediante la cual podemos ser justificados.
- Una vez que tenemos verdadera fe, ¿cuál será el resultado en nuestra vida? Alumno: No estoy seguro de lo que usted quiere decir.
- Maestro: La fe es el primer principio del evangelio.
- ¿Cuál es el segundo? Alumno: El arrepentimiento.
Maestro: Sí. La verdadera fe en Jesucristo siempre llevará al hombre a arrepentirse de sus pecados. Y siendo que la fe es poder, el arrepentimiento será eficaz y sincero. ¿Luego qué viene? Alumno: Ser bautizados. Maestro: ¿Por qué? Alumno: Para obtener la remisión de nuestros pecados.
Maestro: ¿Qué significa exactamente eso? Alumno: Que mediante la sangre de Cristo somos santificados, o limpiados, de esos pecados. Maestro: Y si los pecados que hemos cometido son quitados mediante el poder expiatorio del sacrificio de Cristo, ¿qué efecto tiene eso sobre el hombre? Alumno: Queda sin pecados, es justo.
Maestro: ¿Qué acontecerá finalmente con aquel que queda sin pecados? Alumno: Puede volver a la presencia de Dios. Pero nadie vive perfectamente después del bautismo. Maestro: Eso es cierto, pero volveremos a ese punto dentro de un momento. Primero, ¿cómo llamamos al procedimiento que hace que el hombre se vuelva justo y que lo devuelve a una buena relación con Dios? Alumno: Lo llamamos justificación.
Maestro: ¿Y ese poder que justifica al hombre radica únicamente en la ordenanza del bautismo? Alumno: No, en realidad no. El bautistmo es una representación simbólica de lo que debe acontecer espiritualmente hablando. Pero si no sucede en nuestro interior, entonces el bautismo no nos limpia de nuestros pecados.
Maestro: Tienes razón en parte. La ordenanza exterior la requiere Dios, naturalmente, pero el poder para efectuar esos cambios internos, espirituales, viene por medio de la fe. De manera que somos justificados por la fe. Ahora volvamos a la pregunta que usted hizo.
Después de bautizarnos, ¿qué? Alumno: Recibimos el don del Espíritu Santo. Maestro: ¿Por qué no podemos obtener ese don antes de ser bautizados? Alumno: No estoy muy seguro al respecto. Podemos tener la influencia y el poder de El, pero no el don. Maestro: Hay una razón muy importante y muy lógica. El Espíritu Santo es un miembro de la Trinidad o, en otras palabras, es un Dios.
¿Cuál es la regla eterna en cuanto a morar con los Dioses? Alumno: Nada impuro puede morar en su presencia. Ya veo. De manera que debemos llegar a ser santos, o limpios del pecado, antes de que El pueda morar en nosotros. Maestro: Y la purificación viene porque nos arrepentimos, lo cual resulta de nuestra fe.
Bien, obviamente que aun después del bautismo continuaremos cometiendo errores. Pero cuanto más cerca del Espíritu Santo nos alleguemos, tanto más seremos influidos para vivr rectamente. Nadie es capaz de vivir perfectamente por sí mismo, pero con la ayuda de Dios (del Espíritu Santo) se puede progresar al punto en que uno triunfa sobre todos los pecados.
Alumno: ¿Y qué se puede decir de aquellos pecados que uno comete entre el tiempo del bautismo y el tiempo cuando se es perfeccionado? Maestro: Si uno continúa ejerciendo la fe, siendo verdaderamente penitente y renovando los convenios que ha hecho en el bautismo, semanalmente al participar de la Santa Cena, ¿qué sucede? Alumno: Aquellos pecados serán quitados de él mediante el mismo procedimiento.
Y la clave de todo esto es la fe. Maestro: ¡La clave es fe en Jesucristo ! Sin El todo sería en vano. Nuestra rectitud personal es esencial en cada paso de nuestro progreso, pero siempre sería insuficiente sin su gracia y poder. Esto es lo que Nefi quiso decir al expresar: ‘pues sabemos que es por la gracia que nos salvamos, después de hacer todo lo que podemos’ (2 Nefi 25:23).
Alumno: Sí, Y ahora podemos ver la sublime sabiduría de Pablo al decir, ‘Por lo tanto sois justificados de fe y obras mediante la gracia’ (Romanos 4:16; Versión Inspirada).
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¿Qué es ser justificado en la Biblia?
Concilio de Trento – El concilio de Trento afrontó el tema de la justificación en la sesión VI y dio lugar a un decreto aprobado el 13 de enero de 1547, texto que es considerado el más importante del concilio. Las discusiones se prolongaron por siete meses, ya que se trataba del tema más conflictivo en las discusiones con los luteranos.
El decreto consta de 33 cánones y, novedad, un cuerpo doctrinal de 16 capítulos. Según H. Küng este tratamiento del tema elevó la justificación a tratado dentro de la teología sistemática, al igual que lo hacen los protestantes. Inicia recordando la situación en la que se encontraban los hombres tras el pecado y subrayando el hecho de que, aunque la naturaleza había sido dañada, se mantenía el libre albedrío.
Luego considera la redención obrada por Jesucristo y recuerda que no todos los hombres sin distinción se salvan o han sido justificados, sino solo aquellos que renacen en Él por el bautismo o por el deseo de este. Sin embargo, recuerda que es necesaria tanto la acción divina de la gracia –que realiza la justificación del pecado original y de los pecados personales– como la libertad y las obras que disponen al alma a recibir la justificación.
La justificación implica ese aspecto del perdón de los pecados pero también la elevación, santificación y renovación del hombre. Sobre las causas de la justificación afirma que la gloria de Dios y de Jesucristo, así como la vida eterna, son su causa final, La causa eficiente es Dios mismo. La causa meritoria es Jesucristo.
La causa instrumental es el bautismo. La causa formal es la santidad divina. A continuación el decreto confirma –citando textos de la Biblia– que no basta la fe sola para la justificación, ya que se trata de actuar las tres virtudes teologales y vivir los mandamientos.
¿Qué quiere decir justificado en Espíritu?
Un acto que es así justificado por el Espíritu es aquel que es sellado por el Santo Espíritu de la Promesa, o en otras palabras, ratificado y aprobado por el Espíritu Santo.
¿Qué esperanza tiene el justificado según la Biblia?
Tito 3:7 para que justificados por su gracia fuésemos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna. para que justificados por su gracia fuésemos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna. para que justificados por Su gracia fuéramos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna.
¿Qué es justificar ejemplo?
La justificación es la parte de un proyecto de investigación que expone las razones que motivaron la realización de dicha investigación. Así, es la sección en la que se explican la importancia y los motivos que llevaron al investigador a realizar el trabajo en cuestión.
En la justificación se explica al lector por qué y para qué se investigó el tema elegido. De manera general, los motivos que un investigador puede dar en una justificación pueden ser que su trabajo permite construir o refutar otras teorías; aportar un nuevo enfoque o perspectiva sobre el tema; contribuir a la solución de un problema concreto (social, económico, ambiental, etc.) que afecta a determinadas personas; generar datos empíricos significativos y reutilizables; aclarar las causas y consecuencias de un determinado fenómeno de interés, entre muchos otros.
Existen muchos criterios para utilizar en la redacción de una justificación: se pueden tomar en cuenta la utilidad de la investigación para otros académicos o bien para otros sectores sociales (funcionarios públicos, empresas, sectores de la sociedad civil), la trascendencia que puede tener en el tiempo, el aporte de nuevas herramientas o técnicas de investigación, la actualización de conocimientos preexistentes, entre otros.
- Introducción (de un proyecto o investigación)
- Conclusión (de un proyecto o investigación)
¿Qué es creencia verdadera justificada?
La noción de creencia verdadera justificada – De acuerdo con la definición de «conocimiento» como creencia verdadera justificada, el significado de frases como «Pedro sabe que llueve» se puede obtener con el siguiente conjunto de condiciones necesarias y suficientes : Un sujeto S sabe que P si y sólo si:
- P es verdadera — Para que haya conocimiento, es necesario que la creencia sea verdadera.
- S cree que P — La creencia puede ser más o menos firme, y puede ser expresada o no, pero debe existir.
- S tiene una justificación para creer que P es verdadera — La creencia debe estar basada en algún tipo de apoyo (generalmente: evidencia o razonamiento). De lo contrario, el que fuera verdadera o no sería cuestión de azar.
Antes de la aparición del artículo de Gettier, la bondad de esta definición tripartita gozaba del consenso general de los epistemólogos. Este análisis es un análisis general. Se pueden construir versiones más específicas a partir de la definición tripartita, por ejemplo especificando más en los puntos de justificación, creencia y verdad.
¿Por qué cosa nadie será justificado?
NADIE SE JUSTIFICA POR LAS OBRAS DE LA LEY
NADIE SE JUSTIFICA POR LAS OBRAS DE LA LEY |
Ley es lo que se manda o prohíbe. El hombre necesita la ley para saber actuar. En la anarquía, ausencia de ley, nadie sabe a qué atenerse. Los creyentes tenemos leyes, mandamientos. Un día Jesús, Dios hecho hombre, trajo esta consigna: ‘Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado (Jn 13,34; 15,12.17).
- Esta afirmación presenta un cambio radical.
- Primero, es un solo mandamiento, el amor.
- Segundo, su procedencia es Jesús.
- Y tercero, ese mandamiento es él mismo, que es además el modelo de lo que propone: amar como él nos ama, con amor divino, sin límites.
- Amo en la medida en que hago unidad conmigo mismo, con los demás, con el cosmos y con Dios.
Dios es el único fundamento y garantía de la guarda de la ley. ‘Nadie se justifica por las obras de la ley, sino por la fe en Jesucristo’ (Gál 2,16), es decir, acogiéndolo, haciéndose uno con él. La ley no me lleva a Dios, Dios me lleva a la ley. Hay un cambio de cosas por personas, el hombre y Dios.
El cambio de visión y de comportamiento que el hombre de hoy necesita para orientarse: ‘Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvo’ (Romanos 10,9). La ley está en relación esencial con la fe, entendida como la acogida que el hombre hace al que se le revela, que es Dios.
Dios me lleva a la ética, no la ética a Dios.S. Juan de la Cruz aporta una luz admirable: ‘Ya por aquí no hay camino, porque para el justo no hay ley, él para sí se es ley’. Justo es aquel cuyo gozo consiste en hacer la voluntad de Dios pues la conoce por vivir en su intimidad.
- La ley es necesaria.
- En la medida en que cultivo la relación de amor con Dios, soy capaz de hacer el bien y evitar el mal, guardar la ley.
- Sólo contando con Dios es posible cumplir la ley, pues ‘El hombre es justificado por la fe, sin las obras de la ley’ (Romanos 3:28).
- Nadie se justifica por las obras de la ley’.S.
Pablo formuló este desafío en una carta autobiográfica, llena de sabiduría humana y divina. ¿Llegará a tener sentido después de dos mil años?. : NADIE SE JUSTIFICA POR LAS OBRAS DE LA LEY